COCHABAMBA
La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales más grande de Sudamérica, en la zona de Albarrancho, transferida al Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario (Semapa), amplió su potencial y redujo la contaminación que se generaba por el colapso de líquidos que no podían ser tratados.
El gerente de Semapa, Luis Prudencio, explicó que las aguas residuales domésticas son las que más se vierten en la nueva planta que tiene la capacidad de tratar 900 litros de agua residual por segundo y que puede aumentar la capacidad hasta los 1.200 l/s o más.
Las aguas residuales domésticas son las provenientes de las actividades domésticas de la vida diaria como lavado de ropa, baño, preparación de alimentos, limpieza, etc. Estos desechos presentan un alto contenido de materia orgánica, detergentes, aceites y grasas.
El ejecutivo hace énfasis a al aceite y las grasas de cocinas que se vierten por su alto grado contaminante e insiste que más allá de verterlos a las aguas residuales debían ser separados y reciclados y no echados por los desagües.
“Estos desechos (aceite y grasas) tienen más carga contaminante en el agua residual doméstica que circula por las alcantarillas y redes de saneamiento, además, genera un mayor gasto en su tratamiento para depurarlo”, explicó.
Las aguas residuales domésticas son generadas por más de un millón de habitantes que viven en el municipio de Cercado.
“El aceite al enfriarse se acumula en las tuberías y combinado con otros elementos y residuos de comida genera taponamientos que ocasionan desbordamientos de agua residual, lo que incrementa la posibilidad de perjuicio sanitario”, recalcó.
La planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Albarranch tiene una inversión de más de 110 millones de bolivianos, financiados por: la Alcaldía de Cochabamba, que aportó con Bs 51.2 millones (54,47%); el gobierno central mediante EMAGUA Bs 50,4 millones (44,61%); la Gobernación de Cochabamba Bs 10 millones (8,84%) y SEMAPA que invirtió Bs 1,2 millones (1,08%).
En la actualidad, las aguas provenientes del tratamiento de Albarrancho se están reutilizando en la zona de La Maica principalmente, la cual es eminentemente agrícola y ganadera.
