El restaurante Jarana, asentado con cuatro sucursales en Santa Cruz, dispone de forma eficiente el aceite comestible usado que utiliza en sus cocinas. El proceso permite que la calidad de los alimentos que oferta se mantenga y conserve su calidad, según explicó el jefe de logística y almacenes del restaurante, Juan Silveira.
“La empresa dispone el aceite de forma responsable. Nuestra principal función es recolectar ara darle un buen uso al producto y no llegue a destino inadecuado”, explicó el ejecutivo.
Jarana se rige en base a criterios de calidad y uno de ellos es evitar la reutilización del aceite. Cuenta con seis freidoras y dispone de al menos 30 a 40 litros cada dos días los mismos que los acopia y entrega a una recolectora formal como Uco Bolivian Oil (UBO).
Silveira explicó que el restaurante tiene un menú variado y el chef de su cocina exige un correcto uso del aceite para mantener la calidad de los platos que oferta que son de reconocida calidad en el mundo gastronómico de Santa Cruz y Bolivia.