Uco Bolivian Oil (UBO) alerta sobre la presencia de recolectores informales que disponen el producto de restaurantes, broasterías y otros negocios similares para fines que atentan contra el medio ambiente y la salud de la población.
“Lamentablemente han surgido recolectores informales que destinan el aceite usado para fines que no son adecuados como el de mezclarlo con alimento de pollos en granjas lo que genera un alto riesgo en la salud de la población”, explicó el gerente de UBO, Henry Villegas.
UBO se dedica a la recolección de aceite usado comestible de origen vegetal y animal que es acopiado y trasladado a puertos del Pacífico para exportarlo a Europa donde lo convierten en energía renovable como biodiesel.
La empresa recolectora busca alianza con las autoridades municipales y de las gobernaciones para coadyuvar en el control de los generadores de aceite y evitar que reutilicen el producto más de una vez.
“Nosotros tenemos medidores que ponemos a disposición de las autoridades para un control efectivo. Estos medidores polares nos permiten determinar cuántas veces fue utilizado el aceite”, explicó Villegas.
El aceite que es procesado de forma incorrecta provoca taponamientos en los sistemas de alcantarillado, contamina el agua dulce en las vertientes y represas y genera daños en la salud cuando se lo mezcla con alimentos de animales de granja.
UBO impulsará iniciativas y campañas para socializar una correcta disposición del producto como el de conservarlo en botellas de plástico o bidones y no desecharlo en desagües de cocinas o baños, ni echarlos a la basura en bolsas de plástico.
El ejecutivo explicó que la empresa cuenta con certificación categoría cuatro del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMyA) lo que le da el aval a la empresa para operar en todo el territorio nacional.
